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21 jul 2009

Ficciones — Vladimir Nabokov

Existen diversas definiciones e interpretaciones de lo que es la literatura y cuál fue su génesis. Una de estas es la de Nabokov, que me parece ejemplifica de muy buena manera qué es la literatura, qué es el arte de la ficción y cuál es la labor del escritor –que se verá, es la de convertirse en un pequeño dios, al estilo de Vicente Huidobro, quien seguirá los mandamientos del artista (el Decálogo de Gabriela Mistral) para dar origen a un nuevo mundo y entregarlo a la naturaleza y a los hombres. Pero, comencemos con Pedrito y el lobo.


Ficciones

La literatura no nació el día en que un chico llegó corriendo del valle neardenthal gritando “el lobo, el lobo”, con un enorme lobo gris pisándole los talones; la literatura nació el día en que un chico llegó gritando “el lobo, el lobo”, sin que le persiguiera ningún lobo. El que el pobre chico acabara siendo devorado por un animal de verdad por haber mentido tantas veces es un mero accidente. Entre el lobo de la espesura y el lobo de la historia increíble hay un centelleante término medio. Ese término medio, ese prisma, es el arte de la literatura.

La literatura es invención. La ficción es ficción. Calificar un relato de historia verídica es un insulto al arte y a la verdad. Todo gran escritor es un embaucador, como lo es la architramposa naturaleza. La naturaleza siempre nos engaña. Desde el engaño sencillo de la propagación de la luz a la ilusión prodigiosa y compleja de los colores protectores de las mariposas o de los pájaros, hay en la naturaleza todo un sistema maravilloso de engaños y sortilegios. El autor literario no hace más que seguir el ejemplo de la naturaleza.

Volviendo un momento al muchacho cubierto con pieles de cordero que grita “el lobo, el lobo”, podemos exponer la cuestión de la siguiente manera: la magia del arte estaba en el espectro del lobo que él inventa deliberadamente, en su sueño de lobo; más tarde, la historia de sus bromas se convirtió en un buen relato. Cuando pereció finalmente, su historia llegó a ser un relato didáctico, narrado por las noches alrededor de las hogueras. Pero él fue el pequeño mago. Fue el inventor.

Vladimir Nabokov: “Prólogo” en Curso de literatura europea. Barcelona: Ediciones B, 1997.

3 comentarios:

  1. Anónimo19:41

    Yo creo que Nabokov, con una ironía escondida, también nos miente algo: la invención de la literatura para mi tiene una relación directa con la verdad, una verdad hecha de palabras, que vale más que las supuestas verdades con las que solemos tranquilizar nuestras conciencias.

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  2. Hola Mario. Estoy de acuerdo contigo que lo que Nabokov dice en el fondo de su texto, es que la literatura y el arte en general, es que en su velo de ficción siempre existe algo de verdad. Tal vez no toda, no podemos ser tan categóricos, pero en el arte está la "posibilidad" de la verdad. Lo difícil, pienso, es reconocer esa "verdad".

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  3. Hola Mario y Lázaro.

    Este fragmento de Nabokov es muy sugerente, y claro, posibilita una buena discusión sobre qué entendemos por literatura y/o a qué aspira la literatura y el arte en general, como apunta Lázaro.

    En lo personal, creo que la literatura es una forma de entregar perspectivas de la realidad. No sé si eso tiene que ver con la verdad, puesto que tendríamos que responder previamente la pregunta de quién tiene la verdad. ¿La tiene Pedrito? ¿Se manifiesta en el relato de Pedrito? Puede ser que la tenga, pero solo a partir de lo que imaginó de la realidad. Recordemos que Pedrito, el artista creador del relato, arma este cuento para pasar el ocio, el que finalmente lo termina atrapando. Pero si nos damos cuenta, no termina cazado por una "verdad" (el lobo), sino por la "probabilidad" de una realidad que él sabía posible y verosímil para los demás, la que finalmente se manifiesta: el lobo termina por comerse a las ovejas sin ningún obstáculo. Entonces, según mi lectura, la literatura y el arte no son tanto la verdad como sí la enunciación de lo probable (de lo que puede suceder, de lo que es o de lo que pudo ser). Una enunciación que puede ser una o varias perspectivas, pero que se enriquece con el acto de lectura y con el diálogo que ocurre entre el texto y la experiencia del lector.

    En estos momentos estoy re-subiendo mi blog, pues estaba en wordpress, de ahí el desfase de las fechas en las entradas. Digo esto porque, anteriormente había publicado en el blog un poema de Bradbury titulado "Tenemos el arte para que la verdad no nos mate" (Lo resubiré en su momento, paciencia). En el fondo, Bradbury dice que sin el arte, sin esa(s) otra(s) experiencia(s) que nos brinda el arte, nuestra vida sería insoportable, pues el arte es un respiro a las vicisitudes de nuestra propia vida. Es tanto un espacio de evasión, como de libertad y de aprendizaje. Es decir, el arte es experiencia pura. ¿De la realidad? ¿De la verdad? Eso dependerá de lo que busca cada lector.

    Un abrazo amigos.

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