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25 jul 2009

El grito — Edvard Munch

El cuento de Bradbury me trae a la mente el cuadro El grito de Munch. Creo que ese cuadro se ha vuelto una asociación inevitable para graficar muchas imágenes, especialmente aquellas que tienen que ver con lo que rodea a la angustia existencialista, aunque, claro está, todo depende de los procesos de cada lector. En fin, siguiendo con el cuadro, también me sucede que al verlo no puedo no recordar la descripción que el propio Munch hizo de esa visión que lo llevó finalmente a realizar varias reproducciones de la misma imagen, un eco que finalmente sabemos no es otra cosa que su propio grito existencial.


El grito

Estaba caminando a lo largo de un sendero con dos amigos. Se estaba poniendo el sol, y de pronto el cielo se tornó de un color rojo sangre.

Hice una pausa, sintiéndome exhausto, y me apoyé en la cerca. Había sangre y lenguas de fuego sobre el fiordo de color negro azulado sobre la ciudad.

Mis amigos siguieron caminando y yo me quedé ahí, temblando de ansiedad, y sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.


Edvard Munch: Skrik, 1893. National Gallery of Norway.

Edvard Munch: Diarios. s.l., 1892.

2 comentarios:

  1. Esse quadro é magnífico, sobretudo no que transmite. Abraço.

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  2. Sí, es de esas imágenes que golpean la conciencia. Una experiencia de escritura que tal vez te interese. Se trata de la que vivió la escritora chilena Andrea Jeftanovic, quien se inspiró en este cuadro para escribir una parte de su novela "Escenario de guerra". Puedes leer el comentario y el fragmento en: http://yo-lector.blogspot.com/2009/07/escenario-de-guerra-andrea-jeftanovic.html

    Un abrazo!

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